viernes, agosto 24, 2012

Innovar para ganar


En 1974, Artthur Fry estaba cantando en el coro de su iglesia en Minnesota. Para su desesperación, los trozos de papel que indicaban los pasajes en su libro de himnos no hacían más que caerse. Decidió que le hacían falta señales que se pegasen sin romper las páginas del libro al arrancarse. En un arrebato de inspiración, Fry, un ingeniero químico, se acordó de un adhesivo de baja potencia inventado por un colega. 

Habían considerado que aquello seria un fracaso y lo habían abandonado, ¿Quién necesitaba una cola que se pegase permanentemente?

La compañía para la que trabajaba Fry, Minnesota MINING & Manufacturing (3M), seguía diversas políticas concebidas para fomentar la creatividad. Una, conocida como tiempo de invención propio, permite a los científicos dedicar un 15 por ciento de su tiempo de trabajo a proyectos que ellos mismos eligen. Fry decidió utilizar su tiempo de invención propio para desarrollar señales que se pegasen. En el curso de su investigación, descubrió que la gente podía escribir notas en sus señales engomadas de quita y pon.


Esta idea genial marcó el nacimiento de las originales notas de quita y pon, ahora uno de los cinco productos de oficina más vendidos en Estados Unidos.

Esta historia demuestra que el fomento de la creatividad puede llevar al éxito comercial. Para que tuviera lugar un intercambio valioso de ideas e información, 3M creó un comité tecnológico en el que investigadores de diversos departamentos se reunían regularmente.

FUENTE: Intelector, 3- Desarrolle su creatividad, Grijalbo página 98

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